miércoles, 20 de agosto de 2008

Esperpento televisivo (II)

Gracias Señor Calamar, por demostrar que Los más de la Música existe!!! Aunque no haya fotos, al menos queda patente que no fue una alucinación mía.

Sigo con las desgracias musicales que empecé describir anteriormente:

6) CAMELA. ¿¡Qué importa lo que versione Camela!? Da igual lo que hagan. Camela siempre sonará a Camela: a voz nasal de maruja cortijera discutiendo con un barbudo a lo Pimpinela y al organillo del tío de las melenas. Camela en estado puro. No pude mirar la pantalla y escondí la cabeza bajo la almohada, deseando que la actuación acabara pronto o la almohada fuese capaz de devorar mi capacidad pulmonar.

7) Rosa de España, la grande, la única y verdadera ganadora de OT, que en su benevolencia se dejó aconsejar por su peor enemigo, un ser cruel y sin escrúpulos, respecto al vestuario. Cantó la cancioncilla esa de Fangoria... "A quien le importa lo que yo haga", vestida de cuero negro en plan dominatrix y con un maquillaje del infierno. Era como David Meca, pero a la inversa. El nadador siempre lleva su marquita de las gafas blancas, pues a Rosa le cogieron las gafas de David Meca, las remojaron en polvo rojo y se las plantaron en la cara. Y así se quedó. Hay que ser muy grande para soportar eso.

8) No diré nada de Edurne, la pava mona, cantando como una pava mona, una canción de alguna otra pava mona. Pura persuasión y languidez.

9) María Jiménez. Y aquí viene lo gordo, porque en verdad a mi esta señora me cae bien, vamos que yo me iría de cañas con ella y me parece genial que se diseñe ella su ropa en vez de dejarle una pasta a cualquier panoli, tipo Dior, Gucci, etc que para el caso, pueden resultar igual de estrafalarios que ella (digan lo que quieran los críticos de ese absurdo invento llamado "Moda"). Bueno, pues ahí se planta, cantando no sé qué canción, con un vestido pseudomarroquí, una diadema tipo princesa y un mantón rollo gitaneo. Qué más se puede decir. Es muy grande lo de María con la maría. Yo amo a estos extraños seres.

10) NO criticaré a Greta, la de los Garbo, (porque soy gretista, no lo puedo evitar), pero debió haberse negado a participar en semejante despiporre musical, pese a que su versión de "Mambo nº5" mejorase sobradamente a la original (era obvio, qué voy a decir yo). Tampoco criticaré a Pastora Soler, porque pese a que no me gusten sus canciones, reconozco que tienen buena voz e hizo lo que pudo por apañar la mierdacanciónquelepusieron. Tampoco criticaré a Lucrecia. No podría, es superior a mi, aunque berrease la canción de "Los pajaritos" con acordeón y todo colgado del cuello, jamás, jamás, JAMÁS, podría decir nada malo de una moza que lleva trencitas de colores y se despide mandando besitos de chocolate. Es pura dulzura. Es una debilidad.

11) La cabra mecánica o cómo destrozar una canción hasta hacerla irreconocible e inaudible. Después de mirar la pantalla con ojos como platos y poner toda mi atención en la letra... tan ta ta chan (redoble de tambores), estaba cantando "Un rayo de sol". Nadie se dio cuenta, creo que ni él mismo.

12) Las Supremas de Móstoles. ¿Creías que nada podía superar a su: "ere un ennfermo, ere un ennnfermo der sibersessso, me pone loh cuenno, me pone loh cuenno..."? Pues os equivocasteis amiguitos. Imaginad a las mozuelas con su característico vestuario tricolor y su pelito cardado cantando el Aserejé. Coreografía incluida. Sin palabras.

13) Andy & Lucas y MAM que repiten actuación. Esta vez decido no mirar la tele.

14) Dueto David Civera-Nuria Fergó versionando "La Bilirrubina" de Juan Luís Guerra (sí, el que canta tapándose el oído con una mano, nadie sabe porqué, a lo mejor es que no soporta escuchar sus propias canciones... vale, eso ha sido una maldad por mi parte). No nos engañemos; nunca tuvieron buen gusto para elegir temas. Él con sus bailecitos veraniegos por un lado del escenario, ella con su miopía galopante buscándole desesperada (yo, que tengo más miopía que el resto de los mortales entiendo su impotencia).

Hubo más, pero es que mi sensibilidad estética-musical ya sufrió demasiado y no pude continuar con aquella tortura.

¿¿¿¿ Dónde está el defensor del espectador cuando se le necesita????

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