miércoles, 20 de agosto de 2008

Accidente en Barajas

No se sabe aún el número de heridos, ni de muertos. No voy a poner imágenes, ni vídeos. No voy a entrar en el escabroso juego de los Informativos de cualquier cadena, que dan la última noticia enfocando las llamaradas aún por extinguir, la columna de humo que se ve desde toda la ciudad y las sirenas de los servicios de Urgencia aullando en mitad del descontrol.

Yo no puedo tratar estos temas así. Cuando ocurre alguna desgracia, cuando tengo constancia de que alguien ha perdido a un ser querido, no puedo evitar conmoverme. No conozco sus nombres, sus caras. No sé si eran buenas o malas personas. Si volvían a casa o se iban de vacaciones. No sé quién o qué estaba esperándoles en el aeropuerto de destino. Pero sé cuánto echo de menos a mi hermano, cada día. Conozco ese dolor, ese vacío que se te queda clavado, esa zona herida del alma (si es que existe), que se ensombrece incluso en los momentos de mayor felicidad. Porque hagas lo que hagas, él ya no estará a tu lado y no podrás compartir tantas batallas en las que antes erais invencibles. Sé lo que es ver pasar un día y otro... y otro; y acordarte de él por millones de detalles absurdos, por ridículos secretos que escondíais. Un día y otro. Y un año y otro, tratando seguir, como si no hubiera pasado nada, pero sintiendo que algo dentro de ti nunca será igual. Y ver sufrir a tu familia, teniendo la certeza, de que ellos, tampoco volverán a ser los mismos; de que el mundo que te rodea, ha cambiado para siempre.

Quiero decir con todo esto, que le envío mi apoyo a todos los familiares que hoy habrán recibido una noticia tan trágica que aún no habrán podido digerir. Porque me importa un pimiento los millones que haya perdido la compañía aérea y cuánto le cueste a Gallardón o al Fulanito que le corresponda, arreglar la T4. Porque me parece patético que la "periodista" que está en Barajas cubriendo la noticia, tenga una sonrisa de oreja a oreja, porque por fin ha dejado de ser becaria y le han dado la oportunidad de salir en pantalla, como una profesional. Increíble.

Ánimo a todos los familiares de las víctimas. Si sirve de algo, por poco que sea, les mando mi apoyo y mi cariño desde aquí.


Teléfono de información a los familiares de las víctimas: 800 400 200

4 comentarios:

Guarismo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Guarismo dijo...

Sentido comentario que hace renacer tu pena. Lo siento.

Tremenda tragedia que el azar de la vida moderna o los fallos técnicos/humanos, que aún no se sabe, nos traen de vez en cuando. Es terrible para quienes la sufren...

Hablando de periodistas, en tres días ya no será noticia. La vida que llevamos en este mundo de locos, y de interesados, es así de cruel.

Evita dijo...

Hola, mi amiga ha perdido a sus dos primos y el hijo de dos añitos. Ella es de canarias vive en barna, y ha cogido ese avion muchas veces para ir a ver a su familia.

Estoy con mi bicho, creo que las imagenes "llamando la atencion de la audiencia" es un hecho denunciable, de muchas familias que no saben nada de su familia dejan que la imaginacion les juegue con las imagenes, y tan solo hacen pensar que sus familiares estan entre esos cuerpos...

Denuncio a aquel que diga "soy periodista" y se lucre con el dolor de la gente, se informa pero no se recrea.

...solo una mujer. dijo...

Ha sido una terrible desgracia para mucha gente, la implicada y la que rodea a todas esas personas.
Tan solo quiero decir que en la vida existen accidentes. No todo se puede preveer, ni aunque en ello estén la vida de tantas personas. Una cosa es un atentado, un acto premeditado y lastimero, pero otra cosa son las acciones que ocurren en la vida que pueden ser fortuitas (no digo que no tenga que buscarse la responsabilidad de los hecho), que pasan por que es imposible controlarlo todo.
Y también me gustaría ver como no tan solo nos quedamos con los muertos y la imágenes, sinó que sigamos paso a paso, como en el caso del maestro apaleado que está en coma, como siguen esos heridos hasta que recuperen su vida "normal". Que no sean tan solo historias desgraciadas de un día, sinó ejemplos de lucha por la supervivencia y el orgullo de que el pensamiento en su recuperación por parte de todos contribuya a ello.

Un cálido abrazo para todo aquel que sienta la congoja en su corazón y en su alma por un golpe tan duro.