lunes, 2 de febrero de 2015

El caballo ganador


El problema del caballo ganador es que no tiene problemas. El caballo ganador no tiene obstáculos, ni compañeros. Siempre va delante, no conoce la derrota. Por eso, si mira hacia atrás, no se identifica con los otros caballos. No entiende su lucha, ni su esfuerzo. No comprende la dureza de la caída, la superación de volver a levantarse y retomar la carrera. Para el caballo ganador no existen las sombras ni las lágrimas. No hay miedo en su horizonte.

El caballo ganador, no sabe que la victoria es efímera y el verdadero éxito va tras él; y podría adelantarle. 


*/ IMAGEN extraída de la web cosasdeapuestas.