domingo, 20 de julio de 2008

Balada para el frío

Tamara Lempicka


El frío que sucede por las habitaciones,
el que pasa de largo sin saber lo que cuesta
protegerse
del frío,
también el parecido a una tarde de brisa
junto al mar o en la grieta
que a veces permanece después de los veranos.

El frío que supone un golpe seco,
una dificultad para llenar de aire
el pecho y la esperanza.

Y también el temor a que no se arrepienta
de haber llamado hoy para quedar mañana
,
ese frío que sabe recorrer los rincones
en torno a los momentos que prefieren
una inmortalidad al abandono.

Es el frío por tanto una divisa
que especula con cuerpos e ilusiones.

Un frío extraño queda después de los poemas,
un frío extraño vuelve por las fotografías
,
un frío amarillento que resume
la ausencia en un baúl.

De cristal o de nieve,
de escarcha o desamparo,
el frío sobrevive y permanece.
De fuente, de misterio, de banderas,
de temor negociable, de la lluvia,
de mar o de principio,
de gris melancolía,
de triste arrodillarse por costumbre,
de lunas con bocados o lamentos,
en fin, sin más pronósticos,
de exacta soledad.

Pero de nada sirve
el frío más difícil del invierno
si en un rincón del frío tú me miras.


(Fernando Valverde)


Hacía tiempo que no le nombraba por estos lares. Este poema es uno de mis favoritos, aunque su lectura es más recomendable en invierno.

Para más información: Fernando Valverde

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