(o "a pesar de todo ella nunca
entendió que la llamaran rara")
entendió que la llamaran rara")
Siempre habían sospechado que era un poco rara, pero estas elucubraciones tan temidas no se vieron confirmadas hasta que la psicóloga le espetó:
- ¿Entonces tú con quién quieres quedarte, con papá o con mamá?
Ella meditó en silencio unos segundos con el ceño fruncido. Finalmente levantó la cabeza, clavó los ojos en la psicóloga arqueando una ceja y respondió muy seria:
- Mejor me quedo con el gato, ¿no?
- ¿Entonces tú con quién quieres quedarte, con papá o con mamá?
Ella meditó en silencio unos segundos con el ceño fruncido. Finalmente levantó la cabeza, clavó los ojos en la psicóloga arqueando una ceja y respondió muy seria:
- Mejor me quedo con el gato, ¿no?
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