jueves, 14 de enero de 2010

Gris


Me estoy volviendo gris. Me lo noto en todas partes. En la oscuridad de mis pensamientos. En el brillo ceniciento de mi cara. En mis ojos de colilla desahuciada.

Gris a un lado y otro. Como una nube de humo disipándose en cualquier esquina. Las palabras y sus letras de colores, se van apagando, se quedan mustias, anticuadas.

Lo estoy palpando aquí, en la herida. Un gris con sabor a lunes, con el olor agrio y malhumorado de la fiebre. Un soniquete plomizo como de tristeza. Gris por todas partes.

Me estoy volviendo gris. Un gris insignificante que pronto no sabrá diferenciarse de su sombra. Un gris tan gris, como ese color que nunca me gustó y que se me ha quedado pegado a la esperanza.


®Bicho

2 comentarios:

Guarismo dijo...

No olvides, Bicho, que el gris es un color bonito. A mí me gusta. Ni negro ni blanco: gris. "Volverse gris", a veces, puede ser positivo si eso significa no estar en los extremos, que no son buenos. Si por "volverte gris" quieres decir estar alelada, sin fuerzas, sin ganas, anodina, sin ilusiones, sin garra... bueno, entonces volverse gris no es bueno. Espero, supongo, que no es así. Y si lo fuera, ¡espabila! que hay que vivir la vida. Y más a tu edad.

Te deseo lo mejor en este 2010... y no te vuelvas gris, en su peor sentido.

Un abrazo,

Miguel

Bicho dijo...

Gracias Guarismo. Intentaré que el gris siga siendo un color sin connotaciones negativas ^^

Un besote!