Hasta hace poco me asombraba la volubilidad de los sentimientos humanos. Me desconcertaba esa manera de comportarse. Ahora empieza a resultarme bastante divertido, que los hombres actúen exactamente igual que la excitabilidad de sus neuronas, bajo la ley del todo o nada.
Hoy te adoro, mañana te odio. Hoy te hablo, mañana no existes.
Hoy te adoro, mañana te odio. Hoy te hablo, mañana no existes.
1 comentario:
no se puede generalizar, cada uno tiene su propio ecce homo. No todos utilizan las neuronas, algunos les dieron vacaciones indefinidas... y ya sabes...
abrazos fuertes!!!
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