lunes, 31 de agosto de 2009

Cremallera

Voy a cerrar la boca. De una vez, pero no por todas. Porque estoy cansado de hablar sólo para mi, como un muñeco al que dan cuerda. Suelto mis tres gracias y se acabó el embrujo. Así que no me apetece. No es por ti, no. No creas que eres tan importante. Es sólo, que las cosas que realmente quiero decir, no sabrían hospedarse en estos tiempos.

No hay comentarios: