Cierta tarde, un sabio llegó a la ciudad de Akbar. Las personas no dieron demasiada importancia a su presencia y sus enseñanzas no consiguieron interesar a la población. Al cabo de un tiempo, se convirtió en motivo de risa e ironía de los habitantes de la ciudad.
Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo. En lugar de fingir que ignoraba lo que sucedía, el sabio se dirigió hacia ellos y los bendijo.
Uno de los hombres comentó:
- ¿Es que estamos, además, ante un hombre sordo? Gritamos cosas horribles, ¡y él nos responde con palabras hermosas!
- Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene -fue la respuesta del sabio.(Paulo Coelho)
He tardado en darme cuenta; pero es así: cada uno ofrece lo que tiene. Quién sólo tiene rabia, es eso lo que da al mundo.
Y al final, es probable que sea eso lo que reciba.
3 comentarios:
Últimamente pareces decepcionada... Pero es cierto, cada uno da lo que tiene, y si siempre es algo malo, ¿quién va a querer corresponder con algo bueno?
Anímate, que te mando BeSooOoOs de los tuyos, tan divertidos, jejeje. ;)
Es seguro que uno da lo que tiene... (aunque algunos, ni eso); de lo que no estoy tan seguro es de que reciba lo que da...
Un abrazo, niña.
Miguel
Gracias Lyra, eres un amor! En realidad es que el comportamiento de algunas personas se repite de manera interminable y se hace muy cansino. Pero tus besos animan, jejeje!
Es cierto Miguel, no siempre se recibe lo que se da; pero cuando alguien centra su existencia en tratar de hacernos daño, al menos aprendemos a no dar nada distinto a lo que estamos recibiendo. O en este caso, a no darles nada (a secas).
Gracias a los dos por soportar mis reflexiones! Un besote!
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