martes, 28 de octubre de 2008

Naranjas y cipreses

Camino de Agua entre Cipreses
Antonio Sánchez Porcel


Déjalo ya. Recorre este silencio
de naranjas sin sol y cipreses sin luna.
Ahora que la verdad y la mentira
se alejan fatigadas
en el humo amarillo de un desdén,
tendrás que defenderte
de los rencores y del patetismo.
La muerte es un contable
perdido en la inocencia de los números.

Avara, sin excusas,
con sus cuentas inútiles y sus manos frías,
se acercará a tu casa.
Espera la visita
y reconoce
una extraña dureza familiar
en el último paso.
Quien se arriesga a vivir un sueño ajeno,
acaba por ser víctima
de sus propios fantasmas.



Ocurrirá así. Cuando tenga que enfrentarse con las migajas de su vida, descubrirá que siempre estuvo al servicio de los sueños ajenos. Que la gloria y los fracasos que almacena le corresponden a otros que supieron jugar sus cartas, que fueron francos hasta sus últimas consecuencias.
Brindemos a la salud de tus fantasmas. Mantén, hasta el final, la cabeza alta; no reconozcas los límites de tus errores. No quedará nada cuando te devoren.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué grande Luis... Y qué sabia tú.

Yo me marcho a Granada unos días, para dejar de vivir los sueños de otros, y empezar a vivir los mios.

Un besín!

Bicho dijo...

Qué suerteee, viajecito va, viajecito viene! Es una buena manera de reencontrarse con una misma ^^

Disfruta por Graná, a lo mejor te encuentras con Luis en alguna esquina.

Un besote!