miércoles, 30 de septiembre de 2009

La mala hierba


Un hombre compró una casa nueva y decidió que tenía que tener un césped muy bonito. Trabajaba en ello cada semana, haciendo todo lo que los libros de jardinería le decían que hiciera. Su problema más grande fue lo que el césped siempre parecía tener: dientes de león que crecían donde él no quería.

La primera vez que encontró dientes de león, los arrancó. Pero desgraciadamente, encontró dientes de león de nuevo. Estuvo trabajando y limpiando su césped de dientes de león durante todo el verano. Pensó que el próximo verano no tendría dientes de león en su césped, puesto que ninguno creció durante el invierno. Pero, después, de repente, tenía dientes de león de nuevo. Esta vez decidió que el problema era por el tipo de hierba. Así, se gastó una fortuna y plantó un nuevo césped. Estuvo trabajando durante algún tiempo y se sentía muy feliz. Pero justo cuando comenzaba a relajarse, un diente de león apareció. Un amigo le dijo que se debía a que los dientes de león estaban en el terreno de los vecinos. De esta manera hizo una campaña para lograr que todos sus vecinos mataran los dientes de león.

En el tercer año se sentía desesperado. Los dientes de león continuaban. De esta manera, después de consultar a todos los expertos locales y los libros de jardinería, decidió escribir al Departamento de Agricultura de su país para pedir ayuda. Seguramente el Gobierno podría ayudarle. Después de esperar varios meses, finalmente le llegó una carta y leyó lo siguiente: "Estimado señor: Hemos considerado su problema y hemos consultado a todos nuestros expertos. Después de consideraciones cuidadosas, pensamos que podemos darle un buen consejo: Señor, nuestro consejo es que aprenda a amar a sus dientes de león."


(Anthony de Mello)



Me encanta.

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