...Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.(Pedro Salinas)
Y puede uno abrazarse a un temor o a un deseo; aferrarse a él, soñar con él; negarse a dejarlo escapar. Inútilmente. Porque hay cosas que se tornan inalcanzables; como la oscura noche, empeñada en encontrar su sombra.
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