domingo, 15 de febrero de 2009

Fotos


Empapelamos la casa con fotos. De todos los tamaños, en color, en blanco y negro. Fotos de paisajes, de monumentos emblemáticos de las ciudades en las que hemos estado. De la gente que queremos, que nos quiere, de gente que ya no está, de personas que nunca se fueron. De aquellos que llegaron con pretensión de permanecer y un día desaparecieron. De rostros que un día dejaron de compartir nuestro pasos y nos sorprendieron con una cara oculta con la que no contábamos. De esfuerzo, de superación, de alegría... de tristeza, de nostalgia. En fin, empapelamos la casa de un montaña de recuerdos. De momentos inmortalizados para siempre, y que, sin embargo nunca volverán a repetirse.

Sr.C: Qué bien ha quedado, ¿eh? Se siente uno mejor así... como más acompañado, más pleno...

B: Más gilipollas....

Sr.C: Pues también.

Cuánta gente pasa por nosotros... y al final es sólo eso, una imagen prendida en la pared. Qué lástima.

"Si alguna vez amaste y no te amaron, si fingieron quererte y te engañaron..."

Y en realidad sabemos, que no es tan fácil perdonar, aunque sólo tratemos de recordar los buenos momentos.

Que todo se basara en espejismos no ayuda a borrarlo. La felicidad efímera de una mentira, nunca compensa el dolor de la herida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, hoy te has puesto seria.

Es lógico que con tanta foto te entre nostalgia, y mucho más si cada foto tiene detrás una historia. Resulta poco lo que nos queda como recuerdo...

Perdonar cuando te hacen daño (daño de verdad) es muy díficil y debe pasar mucho tiempo para que el rencor sólo sea indiferencia. Si merece la pena, conseguirás perdonar (aunque olvidar son palabras mayores...)

Un besito y ánimo :)

Guarismo dijo...

Recuerdos... la vida está llena de ellos, sin duda. Y hay que mantenerlos. Pero hay que prever, por si acaso, que los amigos te vayan abandonado, incluso los que más has querido, aquéllos a los que estabas más unido, o aquéllos por los que más has hecho en tu vida. Desaparecen. Y aparecen nuevos, aunque menos según pasan los años.

Al final te quedas tú, tu pareja tus hijos, tu familia y algún amigo ocasional...

Te lo digo por experiencia propia, yo que he vivido mucho más que tú.

Un abrazo,

Miguel

Bicho dijo...

De vez en cuando hay que ponerse seria, pero tranquila que por lo general mantengo el buen ánimo. Y estoy de acuerdo en que al final, el tiempo hace la mayor parte del trabajo... pero la memoria a veces es una resentida! ^^

Ay Guarismo, yo sé que tienes toda la razón, pero qué difícil es eso de anticiparse, de hacerse a la idea de que aquellos a los que has cuidado, desaparecen sin más, sin despedirse si quiera. Creo que es una lección que me está costando aprender.

Un besote para los dos.