BBBBBRRRRR BRRRR BRRRRRRRRRRRRRRR TAACAACAAA
Abro los ojos con un atisbo de furia asesina. Ese ruido es nuevo. No es la alarma del móvil, ni mi despertador satánico. Tampoco es el gaitero (aunque emita sonidos tan desagradables como él), ni mi vecino
er lijitas.
BBBR BRRRRRRRRRRRRR BRRRRRRRRRRR TACA TACA TACA
Los muebles de mi cocina vibran como si hubiera llegado el día del juicio final. Esto no puede ser. El fin del mundo no puede ser así. Cuando la humanidad se vaya al carajo no quiero que me pille sin desayunar, hasta ahí podíamos llegar. Persigo una taza por la encimera y me preparo un café. Me visto como una indigente y salgo a ver el espectáculo apocalíptico.
BRR BRRRRRB RRRRBRRRR TACA TAACA TAAACA
Están haciendo una zanja. No, perdón, están haciendo
LA zanja. Mi calle está cortada de cabo a rabo. Hay cuatro albañiles parados frente a mi portal. No uno, ni dos, ni tres... ¡¡sino cuatro!! para una sola máquina (
¿qué en España hay paro? No me jodas, lo que hay es mucho escaqueo!). Obviamente cada vez que alguna tía sale de un portal o cruza la calle, detienen su intensa (já!) actividad laboral.
BRRR BRRRR BRRRR TACA TAA CAAA
Voy al banco nº1 dónde me informan de que el impreso que necesito para mi gestión se ha agotado (
cachis!) y me indican cómo ir al banco nº2, que está a 50 metros (esto en realidad significa kilómetro y medio). En el banco nº2 no tienen ni idea de cual es ese impreso, pero seguro que alguien en el banco nº3 puede informarme. (
Ommmm). En el bancoº3 me dicen que vuelva a mi casa y me descargue el impreso de la página web.
(
Olé). Si hubiera tenido un lanzallamas en el bolsillo esto ya habría acabado. Respiro profundamente. Le explico a la amable señorita del banco nº3, que es la tercera oficina que visito en la mañana y que quizás, (
sólo quizás ¿eh?) podría descargarse ella el
archivito en un
momentito desde su
mesita, para que yo eche mis
firmitas y me vaya a mi
casita. Y me dice que no; que ella no puede imprimir nada.
(Ya).Vuelvo a casa, con mi BBRR
BRRRR y mi TACAAA
CAA
TAAACAAA. Y toda esa furia asesina que me caracteriza.
Pincho en el archivo que necesito descargarme.
¡ERROR! La página no se entiende bien con mi
Linux, ni con
Firefox ni con la madre que me parió. (
Esto me pasa por moderna y por vivir rodeada de frikis y de incompetentes, qué perra es la tecnología).Reinicio el ordenador (
que es la solución para todos los males) y lo arranco con
Windows. Abro el
Internet Explorer (
al que cada día le tengo más manía, por cierto). Pincho en la página del banco. Me pide que instale el
Adobe Reader 5.0.BBBRRRRR BRRRR TACAAA TAACAAC TACAA
Mi vecino
el lijitas se ha inspirado con el ruido de la retroexcavadora y mis maldiciones estertóreas y ha decidido ponerse a lijar (RACA
RAACA
RACA) al compás. Ole sus huevos.
(OmmmmM
) Compruebo que tengo la versión 9.1 del Reader
(¿qué problema puede haber?). Pues lo hay, el puto programa está empeñado en que instale la versión 5.0. Instalo la versión 5.0. Sigue sin funcionar. Reinicio, claro.
BRR BRRR BRRR BR TACA TAACACCA
Vuelvo a pinchar en la página. Intento descargarme el impreso
(un puto papelito
! uno, un papelito
con cuatro datos!). Un mensaje me avisa de que tengo una versión muy antigua de Reader y que necesito la versión 8.0 ó 9.0 para poder visualizar el documento.
(MuaaJAjaJA
, os voy a matar a todos, cabrones! pienso). Más BBER
BRRRR
TAACAACA
TAACAA. Desinstalo el Reader 5.0, compruebo que el Reader 9.1 sigue funcionando. Reinicio con mi BRR BRRR TAACCA TAACA.
Vuelvo a intentar descargarme el impreso.
Ahora no hay ningún problema con las versiones del Reader, porque directamente no reconoce el Reader y me pregunta con qué programa deseo descargarme el archivo.
Já
-já
-já
, maldito. No he mordido la pantalla de milagro.
Regreso al banco nº3. Hay seis veces más cola que antes. Espero pacientemente
(no tan pacientemente en realidad). La misma señorita amable me dice que necesita tres copias del documento. Le pregunto dónde puedo sacar fotocopias y me dice (
la buena moza) que no le valen copias,
necesita tres originales con mi firma (también original).
Vuelvo a casa. Repito la operación desde el principio. Imprimo tres copias y las firmo al compás del BRRR BRRR TACA TAACA y RACA, RACA, RACA.
Por decimoquinta vez en la mañana vuelvo a entrar en el banco nº3. La misma señorita amable coge mis impresos, los lee, los relee,
aham, aham, muy bien, correcto...
Necesito también una copia del DNI¿¿¿¡¡¡ QUÉ QUÉ HIJA DE SATANÁS!!!???
¿¿¿NO PUDISTE DECIRLO ANTES???
*/ Después dirán eso de "queremos ser tu banco" y nadie entenderá todo el cinismo que va implícito en la frase.