Soy observado cuando abro la ventana y el sol vuelve
y pongo torpemente al día
mis ojos de la noche con la calle de hoy
cuando voy a la esquina
a comprar la tristeza del periódico
y espero distraído la luz verde
soy observado
cuando me encuentro en el café
con el amigo o los amigos o la amiga
y comentamos todo a diario abierto
soy observado atentamente
no como un sueño o un pecado
no como un mar o una frontera
soy observado atentamente
tan sólo como una costumbre.(Inventario Dos, Mario Benedetti)
*/ Es sólo un fragmento del poema, pero me hace sentir genial que cada día caigan en mis manos justo las palabras que necesito.
La costumbre es una mirada desapasionada.
La costumbre es una mirada desapasionada.
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