jueves, 21 de agosto de 2014

Sin filtros

Os creéis que la vida es como los filtros del Instagram y os pasáis el día cambiando el color de vuestro mundo.

Pero yo digo que no. La realidad no son atardeceres en Lo-Fi, ni selfies en Toaster, ni el café del domingo en Nashville.

La vida despeina y deja marcas. Marcas que no se borran con ninguna varita mágica.

Pero es hermosa a pesar de todo. Cruda y simple, esperando a ser vivida de verdad. Sin filtros.


*/ Yo. Viva.