Os creéis que la vida es como los filtros del Instagram y os pasáis el día cambiando el color de vuestro mundo.
Pero yo digo que no. La realidad no son atardeceres en Lo-Fi, ni selfies en Toaster, ni el café del domingo en Nashville.
La vida despeina y deja marcas. Marcas que no se borran con ninguna varita mágica.
Pero es hermosa a pesar de todo. Cruda y simple, esperando a ser vivida de verdad. Sin filtros.
*/ Yo. Viva.
2 comentarios:
Au.
Jajajjajaja! Au, dímelo a mi! :P
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