Quizás penséis que ese encontronazo me desanimó. Quizás penséis que me sentí traicionado, y que todos mis sueños infantiles sobre la Universidad quedaron cruelmente destrozados.Pues no, todo lo contrario. Me tranquilizó. Me había sentido fuera de mi elemento hasta que Ambrose me hizo comprender, a su manera, que entre la Universidad y las calles de Tarbean no había mucha diferencia. Estés donde estés, la gente es básicamente la misma.Además, la rabia puede calentarte por la noche, y el orgullo herido puede alentar a un hombre a hacer cosas maravillosas.
(Patrick Rothfuss, El nombre del viento)
*/ Estés donde estés, la gente es básicamente la misma; así que estés donde estés, debes buscar gente especial de la que rodearte. Es difícil, pero tarde o temprano aparecen, y entonces, no es necesario ningún falso orgullo para que las cosas maravillosas fluyan.
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