lunes, 23 de enero de 2012

Gaviota


De repente se descubrió mirando la vida con desidia. Las caras lánguidas o malhumoradas del metro, la marea de gente corriendo hacia sus vidas, los amigos para los que apenas tenía ganas ni tiempo disponibles, los proyectos desbordados o agónicos antes de comenzar, los sueños bostezando en cada esquina...

Se sintió gaviota vieja. Miró a un lado y otro en mitad de su mañana gris buscando un cielo que conmoviera tanto asfalto. No logró encontrar el olor a sal, ni escuchó el rugir de las olas.

Y comprendió que llevaba demasiado tiempo pescando en el mar equivocado.

1 comentario:

Jondalar dijo...

La Capital va a perder mucho.

Y el Casco Antiguo va a recuperar lo no perdido, pero si añorado.

Aunque Tú siempre llevas un
"Cielo Eternamente Azul del Mar"
por montera.

Ánimo.

Besos.