jueves, 6 de enero de 2011

Reyes de Cádiz (Oé)


Ayer fui a ver como un montón de niños sádicos montados en carrozas de corchopan dilapidaban a sus amiguitos arrojándoles caramelos mutantes. Los caramelos de las cabalgatas de reyes son mutantes y eso es algo que todo el mundo sabe. Tú puedes esforzarte por no coger ningún caramelo, pero siempre llegará alguna prueba del delito a tu casa. En cualquier cajón, de cualquier casa normal, siempre aparecerá sin saber como ni porqué un caramelo pringoso y perfectamente hecho añicos dentro de su envoltorio. Ese es el caramelo mutante superviviente. Son como las cucharillas del café, todos tenemos el cajón repleto de un montón de cucharillas que no sabemos de dónde demonios han salido.

Dejando a un lado el espectáculo de la lapidación glúcida y de los apaleamientos (merecidos) a:

1) Los padres altos en primera fila actuando como barrera impenetrable para el resto de mortales que no ven nada tras su espalda; y

2) Los listillos abusones que llevan paraguas puestos del revés para coger más caramelos que nadie.

Lo mejor (y a la vez más lamentable), fue sin duda el incomprensible discurso de Sus Majestades de Oriente, tras abandonar sus carrozas.

A continuación transcribo la situación, aunque quizás en mi memoria se hayan producido algunas pequeñas alteraciones:

Paje (pajeza, en realidad) Real: Uaaaaaaaaaaaaah, uaaaaaaaaah, ssssiiii, siiiiii, siiiiiii!!! Uuuuuaaaaahhhh!!!! Ya hemos leído todas las cartas, hemos enviado un fax al cortinglés® y tenemos el maletero de los camellos bien cargaditooOoOOo! Uooooo!

Melchor: Niños de Caaaadiz, ¿¿quién soy?? Síiiii. Niños (y niñas) de Cádiz, ahora que ya habéis visto a los reyes, ¿qué tenéis que hacer? Siii. Tenéis que iros a dormir!!! Muy bien, a dormir y si escucháis algo raro cerrad bien fuerte los ojitos y taparos con la manta, porque papá y mamá... Uuummmm, bueno, queremos que nos dejéis agüita, un vasito de leche, unas galletitas, o un poco de roscón... y un carajillo... y un trabajillo más estable.

Gaspar: Niñoooos de Cáaadiz (y niñas, joder Gaspar, que no sabes cómo se las gasta la Aído). Qué suerte tenemos, porque a mi ladito está la alcaldesa y es su cumpleaños, ¿¿vamos a cantarle el cumpleaños feliz?? (Abucheos) Bueno, bueno, os lo dejo a vuestra elección: "Cuuuumpleañosssss felizzzz..." (entonando). Minuto y medio de abucheos con el ritmo y la entonación del cumpleaños feliz. "Biiieeeeen" (dantesco).

Baltasar: Niñosss y niñas de Cádiz, los reyes os tenemos que dejar ya, porque hemos hecho un camino muy largo y estamos muy cansaditos... y esta noche tenemos mucho trabajo por hacer. Así que ya sabéis, a dormir enseguida, para que podamos entrar en vuestras casas a dejar los regalos y daros un besito!! O_o
Apoteósico.

*/ Confirmado, lo más duro de la Navidad no es sobrevivir a los atracones, a la familia o las compras compulsivas. No lo más duro es ser niño y fingir que uno no se está enterando de nada.

P.D.- ¿¿Qué pasa con las amenzas?? Las cosas eran mejores en mis tiempos. Los reyes te analizaban con sus miradas escrutadoras y te soltaban: ¿¿¿¿HAS SIDO BUENA ESTE AÑO??? . Y aquí venía el momento glorioso de la amenaza: "Porque si no has sido buena, te vamos a traer carbón". Y carbón te traían.

P.D.2.- No sé hasta cuando seguirán insistiendo en que Baltasar vaya con la cara pintada de negro y con más delantera que la veneno... Los niños sospechan.

1 comentario:

Evita dijo...

Yo como tenia que currar para que la gente me llamara insultandome desde recobros... no he visto los reyes (un año más) y encima salí a las seis de la tarde, y mientras cogia el autobús y recorria los 15 km a través de la avenida mas larga de Sevilla con la cabalgata por cruzar... no he visto ni a un pequeño niño disfrazado, pero bueno tengo fé porque me comí todas las uvas y llevaba ropa roja nueva el 31... para terminar me ha tocado la haba, por supuesto ahora queda el mejor refran "no es como empieza, es como termina..."