sábado, 16 de octubre de 2010

Testamento vital



Cuando todo oscurezca, él escucha, habla ella,
cuando la tarde naranja desenrede la madeja,
cuando mi cuerpo tirite y tenga lista la maleta
has de disponer
que abran las ventanas y me dejen marchar,
que la noche no duela.
Me despedirás y arderé en una estrella.
Y celebrarás este pequeño milagro.


...conocerte aquí, todo aquello que fuimos
ya sabes, en fin,
nuestro pequeño milagro,
mi pequeño milagro.

(Ismael Serrano)


*/ Qué malo es tener la cabeza llena de música. Qué bueno encontrar a alguien dispuesto a hacer promesas.

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