martes, 26 de octubre de 2010

Subrayadores compulsivos

Creo que en breve reorganizaré el bichoblog© y crearé una nueva etiqueta bajo el título: "Yo os maldigo, cerdos impresentables". En esta maravillosa sección, prácticamente a diario, descargaré mi ira contra algún sector concreto de la sociedad que se ha empeñado en hacer mi vida un poco más incómoda.


Hoy, por ejemplo, mientras uso un libro de la biblioteca, no paro de pensar en el anónimo montón de malnacidos que lo han subrayado. Así que ahora, entre una ingente cantidad de rayones torcidos de grafito y Plastidecor® (sí, porque hay gente tan imbécil que no se conforma con subrayar un libro de uso público, sino que tiene que dejarlo estropeado para siempre), sólo soy capaz de imaginar lo formidable que sería, que mañana mismo, todos estos impíos fuesen sepultados por una goma Milan® del tamaño de San Petersburgo.


P.D.- Que injusta es la vida. Si yo trabajase en una biblioteca, se les iba a caer la muñeca de tanto borrar...

No hay comentarios: