(Diminuendo)
Igual que Campanilla y los niños que no creían en las hadas, me estoy apagando poco a poco.
La autocensura, las malas interpretaciones, el soliloquio frente a la pantalla en blanco, la desventaja palpable de aquel que da y no recibe, las palabras anudadas débilmente...
Y la recién estrenada sensación de vacío cuando alguien que entró y lo revolvió todo, se largó sin mirar atrás.
Igual que Campanilla. No habrá palmas que me saquen de esta oscuridad.
La autocensura, las malas interpretaciones, el soliloquio frente a la pantalla en blanco, la desventaja palpable de aquel que da y no recibe, las palabras anudadas débilmente...
Y la recién estrenada sensación de vacío cuando alguien que entró y lo revolvió todo, se largó sin mirar atrás.
Igual que Campanilla. No habrá palmas que me saquen de esta oscuridad.
3 comentarios:
Si pudiera "retwuitear" esta entrada en mi blog, lo haría, querida Bicho.
Estamos en situaciones parecidas. Un beso enorme y ahí va mi palma y mi mano por si sirve de algo.
Puedes hacer un "Copy&Paste" si te sirve, jejeje!
Gracias por los ánimos, Bel. Con un par de palmadas más ya encendemos por lo menos un farolillo ;)
Besazo, reguapa!
si no tienes farolillo, haz un fueguecico que siempre calienta, aquí te dejo la mía por si te sirve de algo, Bicho...no sabes cuándo dices de muchos de nosotros, sin saberlo...
Besicos
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