jueves, 10 de marzo de 2011

Decrescendo


(Diminuendo)

Igual que Campanilla y los niños que no creían en las hadas, me estoy apagando poco a poco.

La autocensura, las malas interpretaciones, el soliloquio frente a la pantalla en blanco, la desventaja palpable de aquel que da y no recibe, las palabras anudadas débilmente...

Y la recién estrenada sensación de vacío cuando alguien que entró y lo revolvió todo, se largó sin mirar atrás.

Igual que Campanilla. No habrá palmas que me saquen de esta oscuridad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si pudiera "retwuitear" esta entrada en mi blog, lo haría, querida Bicho.

Estamos en situaciones parecidas. Un beso enorme y ahí va mi palma y mi mano por si sirve de algo.

Bicho dijo...

Puedes hacer un "Copy&Paste" si te sirve, jejeje!

Gracias por los ánimos, Bel. Con un par de palmadas más ya encendemos por lo menos un farolillo ;)

Besazo, reguapa!

kosicas dijo...

si no tienes farolillo, haz un fueguecico que siempre calienta, aquí te dejo la mía por si te sirve de algo, Bicho...no sabes cuándo dices de muchos de nosotros, sin saberlo...
Besicos