Huele a violetas. No sé si serán su pelo, su ropa o sus manos, pero cuando ella aparece todo huele a violetas. No es el aroma pesado de las flores, sino la dulzura de los caramelos; tan especial que casi puedes paladearlo y ni siquiera la lluvia ahoga su fragancia.
1 comentario:
Argggggggggggggggggggggggg!!!!!!!!!
Salivo, salivo y salivo, me voy a comprar unos de éstos que me has despertado el deseo, gracias!!
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