Quise fingir indiferencia. Esto es lo normal, en algún momento tenía que pasar. No te preocupes estaré bien, no va a dolerme. Y mis palabras sonaron a puro ensayo. Temo haber olvidado dónde dejé la máscara y la habilidad de mirar hacia otro lado.
Lo que me inquieta no es esta torpe manera de necesitarte. Lo que me inquieta es haber disimulado tan extraordinariamente bien para lograr que te marches sin sospechar siquiera el esfuerzo que me supone ver cómo te alejas... y no hacer nada.
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