- ¿Una balada, entonces?
- ¡Síiii! - respondió la multitud.
Y así, con gran dulzura, entoné la delicada canción de amor titulada ¿Me calzaré a mi dama a lomos del caballo? Seguí con un tema narrativo, en la más pura tradición trovadoresca: De cómo le cuelgan a Pitorro Pelotas. ¿A quién no le gusta oír una buena historia después de cenar? La que conté en concreto, suscitó muchos aplausos, lo afirmo por los testículos de los cíclopes tuertos, de modo que calmé un poco los ánimos con la balada La leche del dragón manchó a mi linda muchacha. Como me pareció desconsiderado dejar a unos soldados hechos y derechos reprimiendo el llanto, me puse a bailar por todo el campamento al tiempo que atacaba la canción marinera Lily, la tabernera del puerto (te joderá hasta dejarte muerto).(El Bufón, Christopher Moore)
*/ Sigue siendo Moore, aunque para mi no es su mejor libro. ¡¡Por favor, que llegue ya Cordero a mis manos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario