Nefertiti, ha llegado a la ciudad.
Después de mil días de dolor, tres médicos han pasado por mi cuello (dicho así suena casi erótico, pero no, es bastante jodido). Al final, esguince cervical; es decir, collarín y dopaje. Mi cuello estaba enderezándose para el lado contrario, muy mal, muy mal, muy mal. Un cuello largo y rebelde tiene estas cosas, crece para dónde quiere; pero es un consuelo saber, que gracias a él, identificarán mi cadáver dentro de miles de años; como hicieron con la Reina del cuello de cisne.
Después de mil días de dolor, tres médicos han pasado por mi cuello (dicho así suena casi erótico, pero no, es bastante jodido). Al final, esguince cervical; es decir, collarín y dopaje. Mi cuello estaba enderezándose para el lado contrario, muy mal, muy mal, muy mal. Un cuello largo y rebelde tiene estas cosas, crece para dónde quiere; pero es un consuelo saber, que gracias a él, identificarán mi cadáver dentro de miles de años; como hicieron con la Reina del cuello de cisne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario