Hay cosas para las que mis nervios no están aún preparados.
Por ello, desde aquí envío una maldición generalizada, a todos esos cerdos inmundos carentes de civismo y de vergüenza, que se cortan las uñas en los vagones del Cercanías en lugar de en su puta casa.
He dicho.
P.D.- La gente sensata no se lo creerá, pero estas cosas ocurren. Yo lo he visto hoy dos veces en dos trenes diferentes y todavía estoy tratando de recuperarme del impacto y de apaciguar mi furia asesina.
1 comentario:
Jajajajaja, desde luego... había mucho glamú en esos trenes xD. Tengo claro que renfe no tiene hoja de estilo xD
Publicar un comentario