miércoles, 17 de septiembre de 2008

El retrato de Dorian Gray

"Hallward movió la cabeza.

- No puede usted comprender, Harry - murmuró -, qué es la amistad o qué es el odio en un caso así. Quiere usted a todo el mundo, lo cual es como si le fuesen a usted todos indiferentes.

- ¡Qué atrozmente injusto es usted! - exclamó lord Henry, echando hacia atrás su sombrero y mirando las nubecillas que, como vellones de seda blanca, iban a la deriva por el azul turquesa del cielo de verano -. Sí, horriblemente injusto. Establezco una gran diferencia entre las personas. Elijo a mis amigos por su buen aspecto, a mis simples conocidos por su buen carácter y a mis enemigos por su buena inteligencia. Un hombre no daría nunca bastante importancia a la elección de sus enemigos. Yo no tengo ni uno solo que sea tonto. Son todos hombres de cierta potencia intelectual, y, por consiguiente, todos me aprecian. ¿Es esto muy vanidoso por mi parte? Creo que es más bien vano."

(El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde)



Hace mil años que leí este libro; pero durante toda la mañana he tenido este diálogo atravesado en la memoria. He releído parte y me he quedado con ganas de seguir. Es bueno.

A veces pasa eso, cuando actúas de buena fe, tratando de agradar a todo el mundo, acaba por no sentirse nadie satisfecho. También ocurre otro fenómeno curioso, el que actúa mirando sólo sus intereses, el que miente para su exclusivo beneficio y finge que hizo todo lo que pudo, pero no movió ni un dedo, crea a su alrededor un extraño halo de incomodidad, una ilusoria sensación de amistad. Con unos y otros, uno acaba por no saber dónde está su sitio, ni porqué causa debe alzarse. Al final uno acaba por dejarlos de lado... y pensar sólo en cosas importantes.

De nuevo, paradojas de la vida.

3 comentarios:

Evita dijo...

A mi este libro me lo recomendó, mi profesor de lenguaje, en 3º de ESO, lo hizo porque los libros de lectura "obligatoria" se me quedaron pequeños.
Me encanta, me apasiona, creo que este y el principito, son esos libros que siempre ves al final de la estanteria.

Gracias por recordarme que no soy la unica que sufre la injusticias de los "super-amigos egocentricos" la mayoria de los problemas derivan en que creen que todo lo que digo o hago lleva segundas intenciones para "fastidiarlos".
Aunque yo creo que si tienen algo que no les deja tranquilos, veran fantastasmas donde no los hay ;) (por desgracia no todo mi mundo gira en torno a ellos, hay vida mas allá).

Un beso guapa, por cierto, fui a ver la obra de teatro, y realmente Dorian... estaba para pintarle un cuadro!! ;)

Edmar dijo...

Tratar de agradar a todo el mundo es una tontería. Sólo alguien absolutamente mediocre podría gustarle a todo el mundo.

Abrazos,
Edmar.

Bicho dijo...

¡Ay Kala, cuando los amigos sólo te parecen seres egocéntricos... es que ya han dejado de ser amigos, no te parece!? Pobre Dorian, si me encargaran a mi su retrato... no pasaría de ser un exponente del cubismo en el mejor de los casos, jejeje!


Un poco dura tu respuesta Edmar. Hay gente que no es consciente de la maldad o la ignorancia de los demás; y por tanto, no conocen otra manera de comportarse que aquella que implica, en la medida de sus posibilidades, un trato igualitario. Desde luego prefiero a esta clase de personas que a aquellas que basan sus vivencias en la mentira y la manipulación. Incluso los mediocres tienen sus enemigos ;)

Ea, ya he acabado mi "sermón de la jornada"!!!

Felices sueños a todos los que se dejan caer por aquí.