Frunce el ceño y contiene la respiración. Desgrana poco a poco el pensamiento que le absorbe y su gesto refleja la solemnidad de aquel que entiende el peso de los planetas.
Asiente despacio, mientras se dibuja una débil sonrisa en sus labios finos.
Pasan las horas y el silencio sigue poblándolo todo.
No hay nada en aquella habitación, salvo ideas confusas tendidas de un hilo, enredadas en el aire.
Y resulta imposible apartar los ojos. Su curiosidad, como un imán, va atrayendo todas las miradas.
*/ La imagen pertenece a la gran Nicoletta Tomas.
Asiente despacio, mientras se dibuja una débil sonrisa en sus labios finos.
Pasan las horas y el silencio sigue poblándolo todo.
No hay nada en aquella habitación, salvo ideas confusas tendidas de un hilo, enredadas en el aire.
Y resulta imposible apartar los ojos. Su curiosidad, como un imán, va atrayendo todas las miradas.
*/ La imagen pertenece a la gran Nicoletta Tomas.
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