Si esto no fuese tan real como la vida, tú serías el don juan simpático y golfillo que las enamora a todas...y yo sería la rubia tonta que diez segundos antes de plantarte un soberano beso en los morros exclama con aire afectado: "Dios Jack, justo cuando pensé que era imposible que hicieras más el imbécil... haces esto y consigues arreglarlo todo".
*/ Pero no estamos en el cine y las historias no se terminan tras el último beso y el cartel de "Fin".
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