Un aficionado a la
entomología examina una pulga.
Le ordena: "¡Salta!" y la pulga salta.
Él escribe: "Cuando se le dice a una pulga que salte, salta".
Entonces toma la pulga y le arranca las patas. La deja en su sitio y le ordena: "¡Salta!".
La pulga no se mueve.
Entonces él anota: "
Cuando a una pulga se le arrancan las patas, se vuelve sorda".
Mi "
autoencarcelamiento" da sus frutos. Se encuentran tantas cosas entre los libros.
2 comentarios:
el entomólogo se vuelve... mudo xD
Pero si le cortan las patas... como va a saltar?
Esto tiene truco seguro, porque aunque se quede sorda, puede leer los labios y saltar, pero sin patas...
Conclusión: es mejor que seas sordo a cojo
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