El problema de los juegos es que no todos respetamos las mismas reglas. Al final siempre hay alguien que cruza la línea, que arriesga demasiado, que pierde los dados. Al final siempre hay alguien que apuesta el corazón a la última carta.
Por eso mientras ella lanzaba combinaciones al azar sin darle la menor importancia ...C4, B6, A1, D4... él llevaba media vida tocado y silenciando el hundimiento de sus barcos.
El problema de los juegos es en definitiva, que nunca sabes quién se está tirando un farol, ni quien lo ha apostado todo por ti.
Por eso mientras ella lanzaba combinaciones al azar sin darle la menor importancia ...C4, B6, A1, D4... él llevaba media vida tocado y silenciando el hundimiento de sus barcos.
El problema de los juegos es en definitiva, que nunca sabes quién se está tirando un farol, ni quien lo ha apostado todo por ti.
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