Hay que aprender a diferenciar el malentendido del desentendido. De ese grado de interés por comprender o no lo que tratan de decirnos, depende el resultado de todo.
Un malentendido nace de una interpretación equivocada del mensaje. Un desentendido, básicamente, ni se molesta en descodificar nuestro mensaje.
De ese grado de interés por comprender o no lo que tratan de decirnos, insisto, depende el resultado de todo. Depende, por ejemplo, que tu interlocutor, en este caso yo, te mande o no al mismísimo infierno.
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