No entiendo a la gente que dice "le quise como pocas veces he querido a nadie". Porque para mi los amores son siempre exclusivos, atemporales y no cuantificables. Quiero a M. como sólo quiero a M.; y a C. como sólo quiero a C.; y así con B. y con A. y con L. y con E. y con todo el abecedario de relaciones.
Los quiero a cada uno como son; porque cada uno es único y merece un amor a su medida, incluso el más torpe o desapasionado.
Y así puedo quererlos a todos a la vez, mucho, bien y diferente. Porque el amor no se gasta, ni se reparte, ni se da. El amor se disfruta.
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