martes, 23 de abril de 2013

Jon (II)


- Jon, ¿te has preguntado alguna vez por qué los hombres de la Guardia de la Noche no toman esposa, ni engendran hijos?-inquirió el maestre Aemon.

- No -contestó el muchacho encogiéndose de hombros. Echó más carne a los pájaros. Tenía los dedos de la mano izquierda pegajosos de sangre, y la derecha le dolía por el peso del cubo.

- Para que no amen -respondió el anciano-. Porque el amor es veneno para el honor, es la muerte para el deber.

A Jon no le parecía bien, pero no dijo nada. El maestre tenía cien años. Y era un oficial superior de la Guardia de la Noche; no le correspondía a él llevarle la contraria. Pero el anciano pareció percibir sus dudas.

- Dime una cosa, Jon: si llegara un día en que tu padre tuviera que elegir entre su honor por un lado, y sus seres amados por otro, ¿qué haría?

(Juego de Tronos,  G.R.R. Martin)

No hay comentarios: