EL MIEDO
LA CUEVA EN LA QUE NUNCA ENTRA NADIEEl miedo está siempre escondido porque es muy asustadizo. A veces se esconde tanto que no sabes por qué tienes miedo. No hay que asustarse de tener miedo porque lo tienen hasta los más valientes. Cuando el miedo nació, ayudaba a protegerse de lo posibles peligros, pero nunca iba solo: le acompañaban la sensatez y la lógica, dos primas poco divertidas y muy amigas. Un día se fue el miedo solo, sin esperarlas. En mitad del camino el viento del norte le rozó por la espalda: se asustó tanto que se volvió inmenso como una montaña y se escondió dentro de sí mismo. Fue entonces cuando se convirtió en cueva. El miedo, cuanto más desconfía, más profundo se vuelve y menos sirve para protegerse. Por eso nunca hay que dejarlo solo.Receta para perder el miedo
- Tres rugido de león. Hay que enfadar al león para que ruja. Si no vives cerca del zoológico, puedes rugir tú mismo.
- Medio kilo de lágrimas de fantasma. Pregúntale a tu abuela si conoce alguno.
- Un pellizco de melancolía de ogro. Son difíciles de encontrar, suelen vivir en los cuentos, aunque podemos tener algunos de vecino.
- Cantar en voz alta. Al miedo le da mucha rabia.
- Hacer una mermelada y tomarla con rebanadas de gritos.
(Recetas de lluvia y azúcar, E. Mazano y M. Gutiérrez Serna)
*/ El miedo hay que convertirlo en FUERZA.
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