Ella entendía la pasión de Iker Jiménez por la nave del misterio. El misterio era importante y si no existía, tenía que inventárselo. La certidumbre, la rutina, formaban parte de lavidadelosotros. Porque el misterio era eso que la mantenía despierta, en movimiento. Eran los escalofríos, la luz cegadora, que llegaban antes de conocerse por completo y que todo empezara a irse a la mierda.
Imagen: George Holz
No hay comentarios:
Publicar un comentario