Tentaciones

Se retuerce al filo del amanecer embriagada en alcohol, húmeda de tentaciones. Sólo existe la noche. Esta noche.

Se deja mecer por el deseo, su cuerpo abandona toda prudencia, baila con los límites de lo prohibido.

Ella nunca fue bonita, pero se mueve como una serpiente y se deja arrastrar. Conoce las normas; a ratos ese falso corsé moral le aprieta demasiado. No hay nada que hacer, se repite, pero quisiera unas manos fuertes ancladas en sus caderas y un caramelo nuevo que le desate la lengua. 

Su cuerpo de serpiente se retuerce de nuevo. Nadie diría que es bonita, pero tiene la piel perlada de provocación; bañada de escamas y susurros. 

La noche es su juego. Se despereza mostrando sus últimas cartas, su cuerpo se crispa, siempre salvaje. Ella, guerrera y sedienta, va acariciando todas las manzanas, apartando a codazos el aburrido paraíso.

*/ Imagen: Serpientes Acuáticas II, Gustav Klimt.