Incluso los días felices pueden tener a veces, un nubarrón atravesado en el horizonte. Un ocaso detenido allí al final de lo que alcanzamos a ver; en un paisaje que puede demorarse una eternidad.
Por eso, a pesar de las nubes y las dudas, a pesar de cierto regusto amargo, merecen la pena los días como hoy. Cuando todo el mundo te piensa y se alegra de poder compartir, un día más, tu sonrisa.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLAyThl7qOInSOATF7JFlLGifN9rxzVQh0TapOAUccS6gYDsgmGJFRwVYjMV95Y7SV7w95PPfCtWt5C_Kon8ok1Jj9r5LT72C1dGaUlETIUkfrVJhb1f0atRHCvvSy8rllmejUPM1VzFI/s320/8199vela.jpg)
*/ Déjate querer y disfruta de todas las sorpresas que pueden acompañarte hoy.
Por eso, a pesar de las nubes y las dudas, a pesar de cierto regusto amargo, merecen la pena los días como hoy. Cuando todo el mundo te piensa y se alegra de poder compartir, un día más, tu sonrisa.
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