miércoles, 1 de octubre de 2008

La ciudad



Dijiste: "Marcharé a otra tierra, marcharé a otro mar.
Habrá de hallarse en algún sitio una ciudad mejor.
Mas cada intento mío está condenado al error;
sepulto -como muerto- el corazón.
Y cuánto va a durar mi mente en esta confusión.
Dondequiera que mire, que vuelva mis ojos,
sólo veo aquí de mi vida los despojos,
y tantos años que pasé y perdí en este lugar".

Lugares nuevos no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad irá tras de ti. En sus calles pasearás,
las mismas, y en los mismos barrios envejecerás,
se te vera en estas casas acabarte.
Y siempre llegarás a esta ciudad. Para otra parte
-no esperes- no hay barco ya, ni senda para ti.
Lo mismo que tu vida la perdiste aquí,
en esta esquina, la perdiste en todos los lugares.


C.P.Cavafis





Hay personas que se pasan la vida huyendo de sus problemas, tiran la toalla y corren despavoridas. Pueden pasarse años huyendo. Pueden ampararse en la más absurda de las excusas o buscar la protección de otros. Pueden dejar los viejos rencores en barbecho, pueden incluso, fingir que no los recuerdan. Pero al final, cuando menos se lo esperan, sus conflictos les alcanzan; o descubren, que pese a darles la espalda, pese a su huida, han conseguido alcanzarlos.

La vida, tarde o temprano, nos pasa factura a todos.

3 comentarios:

Edmar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Edmar dijo...

Siempre detesté las facturas.
Muy bonita tu reflexión, Bicho.

PD: Si te sale algo de tu comentario suprimido, es "mea culpa", que he tenido problemas técnicos.

Abrazos,
Edmar.

Bicho dijo...

Muchas gracias Edmar, no soy muy hábil con las palabras... pero a veces escribir las cosas que se me ocurren me ayuda a reflexionar.

Me consuela ver que mi ordenador no es el único que tortura a su dueño ^^

Un besote!