domingo, 17 de octubre de 2010

Los viejos camaradas

Para Vicente Tortajada

Alegra esa cara,
hombre
-dicen, dándote una
palmadita en la espalda-,
hay que ser más
optimista,
tú al menos puedes
contarlo, ¿no?,
otros no tienen tanta suerte.

Y luego miran enseguida
el reloj,
y se van.

No vaya a ser
que se lo cuentes.


(Seguro que esta historia te suena, Karmelo C. Iribarren)


*/ Suma y sigue. Sin que nadie se acuerde. Sin que nadie lo note.

2 comentarios:

  1. Creo que mi ordenador ha reconocido a Karmelo en un blog que no es el mío, y ha saltado la alarma, jejeje.

    Siempre tiene las palabras que a los demás nos faltan.

    Un besito Bicho.

    ResponderEliminar
  2. Ya sabes que aprendo mucho de ti Viernes, así que he tomado prestado a Karmelo...

    (y supongo que volverá a aparecer por aquí en más ocasiones).

    Un besazo guapa! Que me alegra leerte por aquí (y por allí)^^

    ResponderEliminar

Si tienes algo que decir... ¡este es el momento!